Buscar en Mundo Jackson

martes, 2 de abril de 2013

La Serpiente que Se Muerde la Cola (1).

-¡Vamos, vamos, vamos!

El niñito apenas se tenía en pie y, si no fiuera porque su abuelo le sujetaba de las manitas, se caería de inmediato del regazo de éste. No obstante, el pequeño se lo estaba pasando de cine. Reia a carcajadas, le encantaba jugar con ese hombre grande y cariñoso al que en cuestión de poco tiempo ya identificaría como "su abuelo".

El abuelo ya era mayor, pero el crío era tan pequeño que pesaba poco, así que el anciano podía balancearle con sus muslos. No obstante, el abuelo se estaba cansando más deprisa de lo que él mismo habría deseado y el juego se iba a tener que terminar pronto o, al menos, parar durante un ratito.

Curioso, aquel hombre en otro tiempo tan fuerte y poderoso, apenas tenía ya el vigos suficiente para jugar con su nieto.

La puerta del restaurante se abrió y entraron un par de encapuchados con pistolas. La señorita que hacía las veces de maitre pensó que venían a atracar y sólo fue capaz de balbucear un "¿qué quieren?" reflejo.

Pero ellos no le hicieron el más mínimo caso. Venían con un objetivo más que claro y tenían prisa por cumplirlo. Se acercaron a la mesa donde abuelo y nieto estaban comiendo con la familia y, sin mediar palabra, vaciaron el cargador contra el abuelo.

Luego, tan rápido como habían entrado, se fueron. Un coche los esperaba fuera.

El hijo menor del abuelo -el padre del niño- salió tras de ellos, pero sólo acertó a impactar un par de veces contra la parte trasera del coche. Él no iba a armado -ya no- y había perdido unos segundos preciosos sacando el arma de la cartuchera que llevaba su padre bajo la chaqueta.

El abuelo nunca salía de casa sin su fiel pistola, pero cuando estaba con su nieto pequeño, siempre bajaba la guardia.

Grave error.

En la mesa, el nieto lloraba, sin duda más por el susto producido por el ruido de las detonaciones y por toda esa sangre que le había salpicado, que porque fuera realmente consciente de lo que había ocurrido.

No hay comentarios: