El comisario entró en la sala de interrogatorios y contempló el cuerpo inerte del muchacho tendido en el suelo, boca abajo, sobre un macabro charco de sangre, sudor y orina. A su lado, con cara de cansancio y rabia, dos policias se refrescaban con unas cervezas.
-¿Qué tal?
-Nada.
-¿Ni palabra?
-Ni una sílaba.
-¿Cómo es posible?
-Yo tampoco me lo explico...Lo hemos intentado todo, pero nada...
-¡Qué hijo de puta es!
-Eso ya lo sabíamos sin necesidad de todo esto.
-¿Seguro que habéis sido suficientemente duros?
-¡Por favor, la duda ofende! Hemos sido tan crueles como él lo fue con la niña, puede que incluso más.
-¡La niña era inocente!
-Por supuesto, por supuesto, no vaya usted a pensar que insinúo yo nada...
-En fin, habrá que seguir intentándolo. Llamad al médico para que reanime a ese cabrón, descansad mientras y, tan pronto como vuelva a estar consciente, a seguir hasta que cante.
-Eso...eso no va a ser posible, señor comisario.
-¿Cómo que no va a ser posible?
-Usted nos dijo que llegáramos hasta donde hubiera que llegar para conseguir la verdad, y resulta que hemos llegado hasta el final del tío, y la verdad no estaba por ninguna parte.
-¿No querrás decir que?
-Sí, se nos ha muerto.
-¿Cómo que se os ha muerto? ¡Pero qué matones de mierda sois!
-¡Usted nos dijo: "¡Hacedle todo lo que haga falta, no os cortéis!"
-¡Joder, me cago en mi madre, ni para esto valéis, inútiles de mierda! En fin, ya no hay solución...Llama al gabinete de prensa y que preparen el comunicado. Ellos ya saben qué poner: se os escapó, salió corriendo por las escaleras, cayó mal y se desnucó. Y con vosotros, ya hablaré...
El comisario salió de la sala, tras pegar un portazo seco.
-¡Gilipollas, me habría gustado verle a él aquí! ¡Es imposible hacerle todo lo que le hemos hecho a alguien sin matarlo!
-Sí, ¡qué par de pelotas tenía el chaval!
-¡Para mí las quisiera!
-Si te soy sincero, entré en esta sala sintiendo asco por este cabrón, pero ahora casi que le admiro.
-¡No te pases, coño!
-He dicho casi. Pero, hasta hace unas horas, éste para mí era un asesino hijo de mala madre, sanguinario y cobarde, y ahora retiro lo último.
-Me parece a mi que esto de torturarle quizás no ha sido tan buena idea.
-Igual tienes razón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario