Buscar en Mundo Jackson

jueves, 22 de diciembre de 2011

Cuando Le Pides un Entierro a una Estrella...

El joven Steve no quería ni pensar la pasta que le debía de haber costado todo ese numerito al tío Bill. En fin, era la última voluntad de un difunto (con muchísima pasta).

En ese instante, Mickey Mouse tomó la palabra.

-Queridos hermanos, estamos reunidos hoy aquí para entregar a la tierra a nuestro querido hermano William...

En efecto, la última voluntad de multimillonario Bill Greeds había sido que lo enterraran en Disneylandia y que oficiara un sacerdote disfrazado del ratón Mickey. Además, todos los asistentes debían asistir caracterizados como diferentes personajes de Disney, según una lista que él mismo había entregado a su albacea.

Y había sido tajante: el que no vaya a mi entierro según mi voluntad, queda fuera de la herencia.

Como usted ya habrá adivinado, Bill Greeds había sido desde niño un enorme fan de Disney y todo lo que le rodea, aunque, en deliciosa ironía, había hecho su inmensa fortuna en el mundo del entretenimiento para adultos (no obstante, se había permitido pequeños homenajes en producciones cinematográficas tales como: "La Bella y 101 Bestias", "Peter Porn" o "Polvorienta").

Volviendo a Steve, acercó la boca a la oreja de su hermano Jake y le susurró:

-No quiero ni pensar la pasta que le habrá costado al tío Bill esto.

-Ya, es lo que tiene el dinero, que te permite comprar la capacidad de hacer lo que te salga de las pelotas. ¡Anda, que si no fuera por la herencia íbamos tú y yo a estar aquí tragándonos este rollo!

-Y encima, yo vestido de Cenicienta y tú de Blancanieves...En fin, el curioso sentido del humor de tio Bill...

-¡Una mierda "sentido del humor"! ¡Que era un cabrón y ya está!

-Corrijo, un "cabrón con pasta".

-¡A ver, princesas, un poco de respeto, que estoy oficiando!

-Perdón, reverendo Mickey.

-¡Sin guasita, que la tenemos!

No hay comentarios: