No es exclusivo del mundo del deporte, ni del espectáculo en sus más múltiples manifestaciones, siempre hay gente que va a ver lo que se hace, y gente que va a ver a quien lo hace.
Puede ser porque es muy guapo (o guapa), o muy famoso, o porque está de moda y si no lo has visto en persona no eres nadie en sociedad.
Pero a mí lo que me da rabia del tema es que a estos señores y señoras también los puedes ver por la calle, y, quizás, personas que no tienen el más mínimo interés por el espectáculo están ocupando localidades que otros disfrutarían más (mucho más).
Ya sé que este es un país libre, y que no puedes prohibir que alguien se compre su localidad y vaya a ver a tal futbolista, bailarín o concertista de piano (¡faltaría más!).
Pero no puedo evitar cierta tristeza cuando oigo: "¡qué bueno está!" en vez de: "¡qué bien juega!"
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