Gracia del Río (Un Pueblo con Poco de Ambas): Días Señalados que Marcan.

Fotógrafo profesional y traído expresamente de la capital (de provincia), eso iba a tener Romancito Requejo Gutiérrez para el álbum fotográfico que inmortalizaría el muy señalado acontecimiento de su Primera Comunión.

-¡A ver, bonito, junta las manitas -como rezando- y mira al cielo!

Romancito, con la disciplina (y el espíritu de sacrificio) en la sangre, obedeció sin rechistar. ¿Cuántas iban ya? Había perdido la cuenta.

-¡Muy bien, bien...pero sonríe, sonríe!

(A sus órdenes, mi fotógrafo).

Al fondo Encarni Gutiérrez de Requejo no cabía en sí de gozo dentro de su traje de ceremonía en tonos pastel. ¡Lo que iban a rabiar más de una y más de dos cuando les enseñara el completo reportaje!

Mientas, "Peralín", improvisado ayudante fotográfico de ocasión, sostenía estoico la sombrillita que garantizaba una luz óptima a las instantáneas. ¡Lo que hay que hacer para ganarse unas perras con que patrocinarse los "vicio-juegos"!

-¡Preciosa, preciosa, un recuerdo imborrable para toda la vida!-chilló entusiasmado el fotógrafo antes los cursis aplausitos de la mamá y la sonrisa de ordenanza del nene.

Peralín se rió para sí. ¡Igual en el futuro Romancito deseaba borrar el recuerdo, porque con fotos así de noñas a uno le pueden hacer hasta chantaje!