Buscar en Mundo Jackson

domingo, 24 de enero de 2010

Una Imagen Vale Más que Mil Firmas.

La entrañable tienda de revelado de la esquina -esa que evolucionó de las 24 horas a una sola, esa que fue testigo involuntario de nuestras vacaciones- no ha sido la única víctima de la fotografía digital.

"Iker, una foto, por favor", echar mano al hombro, mientras se aleja con la otra el móvil lo más posible, flash, comprobar que ha salido sin soltar a la presa, "¡Gracias, Iker, suerte mañana en el partido!"

Cada vez se firman menos autógrafos, mola más hacerse la fotito. Antes, no se llevaba la cámara encima o menudo lío era saber si la dichosa instantánea salía o no salía.

Mola más hacerse la foto, insisto, porque se puede colgar en Internet o enviar a los amigos, que tanta satisfacción hay en tener el testimonio gráfico como en presumirlo.

Y el autógrafo...¡vaya usted a saber si es de verdad o de mentira! (que me dicen las malas lenguas que hay sueltos masajistas que se firman camisetas a destajo), pero la foto ahí está, prueba irrefutable de un encuentro único e inolvidable, y rutinario a la vez.

Yo, por mi parte, me sigo quedando con el autógrafo, que uno es de letras y nobleza obliga y porque creo firmemente que lo se escribe vale más que lo que se aparenta.

No hay comentarios: