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sábado, 26 de diciembre de 2009

Carísimo Carisma.

Hay dos tipos de carisma: religioso y seglar (esto es un poco como la vida misma).

El religioso se define como: "Don gratuito que Dios concede a algunas personas en beneficio de la comunidad", definición que me deja un puntín perplejo. ¿Es que resulta que Dios tiene también dones de pago?

En fin, dejemos la Teología para los ateos y vayamos con el otro, con el de: "Especial capacidad de algunas personas para atraer o fascinar".

Traducido, quiere decir que el Carisma es "la absoluta incapacidad de hacer el ridículo". Da igual cómo se vista, qué haga, lo que diga, un tipo carismático y sus actos siempre son recibidos con admiración y reverencia.

Es por esto que resulta tan peligroso aparentar que uno tiene Carisma cuando se carece de él, porque se hace el más espantoso de los ridículos.

Además, el Carisma es muy dado a la erosión, cosas del paso del tiempo y la edad. La pena es que el carismático en cuestión no se suele percatar del tema, y acaba convertido en un estrambótico ancianete muy dado a excesos histriónicos. En otras palabras, termina siendo un muy exagerado imitador de sus imitadores.

Así que, señores, tengan cabeza a la hora de perder la cabeza.

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