Pacífico de verdad es el aquel que no se aprovecha del prójimo más débil, sedando a su pobre conciencia al grito de "¡que espabile!". Pacífico de verdad es aquel que no le roba la comida a un perro viejo que no tiene dientes con que defenderla. Pacífico de verdad es aquel que busca la felicidad como un proyecto colectivo, no como un ejercicio de individualidad.
Poca gente pacífica de verdad, ya digo. Y demasiados "tregüeros", cuya idea de la Paz es un periodo en que a él no le conviene hacerle la guerra a nadie.
Pacíficos: gente única y especial, aparentemente con más corazón que inteligencia, aunque esto último yo no lo tengo yo tan claro.
Este no parece un buen punto de partida para la Paz, pero es el que ese bicho llamado ser humano mejor parece conocer. Cada vez que la Paz venga de la manita de una rendición, la vuelta de la guerra puede ser una mera cuestión de tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario