Como los grandes descubrimientos científicos, conseguir el "Mississippi Horseshoe Jackpot" no era tanto fruto de la fortuna individual como de la paciencia, el saber y el esfuerzo colectivo. En otras palabras, que las pocas veces que se ganaba, las agraciadas eran peñas de aficionados, que aunaban sus conocimientos hípicos con la compra de múltiples boletos, (y esa pizquita de suerte sin la que no se va a ninguna parte en la vida).
Muy conscientes de este hecho, doce amigos de la localidad de Lafayette (a menos de veinte millas del hipódromo de "Evangeline Downs") habían decidido unir fuerzas en busca del tan ansiado premio. Curtidos amantes de los caballos y las apuestas, se reunían cada sábado por la noche para analizar las carreras de la semana entrante y seleccionar sus dos favoritos por prueba, de los que adquirían boletos de todas las combinaciones posibles. En total, 256. De ahí que la peña se autodenominara "The 256 Mafia". Cada uno ponía 21 dólares semanales y los cuatro restantes los completaba Joe Pecks, el socio en cuyo bar tenían lugar las reuniones.
Ya lo habían rozado con las yemas de los dedos en un par de ocasiones, con siete aciertos. La primera vez habían pinchado en la segunda carrera, y mucho: cuarto y noveno (aunque ya hubieran perdido, ellos seguían comprobando los resultados hasta el final, en claro ejercicio de masoquismo apostante), mientras que en la segunda, sus candidatos para la séptima carrera ("Beach Boy" y "Alkabir") habían llegado tercero y cuarto respectivamente en ajustado final. En ambas ocasiones, en el bar de Pecks se oyeron multitud de expresiones que es mejor no reproducir por escrito.
Sí, parecía que era sólo cuestión de tiempo que la "256 Mafia" cobrara su jugoso botín de 83.000 pavos por barba (con el pico de 4.000 para Pecks). No obstante, para aquella cuadrilla de hombres de mediana edad y cuentas desahogadas, el mayor incentivo era poder tener un dato objetivo que les facultara para presumir hasta el hartazgo de "lo muchísimo que entendemos de caballos". (Aunque lo del dinero también estaba muy bien, por supuesto).
No hay comentarios:
Publicar un comentario