Todo equipo de éxito está formado por tres tipos de elementos (a saber):
-Talentos excepcionales (como máximo, dos o tres): Responsables de gran parte de la gloria, pero nunca de toda.
-Grandes talentos: No son genios, pero sí muy capaces en lo suyo. Complementan a los talentos excepcionales y dan solidez y credibilidad al equipo.
-Oportunistas del montón que pasaban por ahí: En el número necesario hasta completar el equipo. No son especialmente buenos, como mucho, correctos. Pero tienen la suerte de coincidir con la grandeza, y se llevan un pedazo del pastel de gloria mayor que el que su contribución real merecería.
¿Ejemplos? John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr. (Supongo que no hace falta que le diga quién va dónde).
Y en el deporte, miles de millones: Michael Jordan nunca habría sido tan grande sin Scottie Pippen, pero cualquier pivot habría hecho la misma labor que Luc Longley. Por no hablar del señor ese calvo que ganó un mundial con Francia jugando de portero...(¡Con Zidane y Thuram cualquiera, amigo!)
Barbara Bach, señora de Starr. Insisto, ¡hay tipos con suerte!
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