Buscar en Mundo Jackson

viernes, 16 de noviembre de 2012

¡Bravo, Don Álvaro! (3).

En efecto, la idea cayó estupendamente en Presidencia. La conversión del "revolucionario ese de Aspidilla", su mansa entrada redil de la gente de orden era todo un triunfo polítco que Presidencia ciertamente apetecía. Además, se había construido un nuevo y flamante teatro público y "qué mejor que la última producción de los prestigiosísimos 'Vagabundos de la Tramolla' para inaugurarlo". Irónico, dado que la boca que pronunció esas palabras había calificado no hacía tanto al grupo teatral como "pandilla de pelmazos sin talento y golfos que viven de chupar de la teta pública".

El único problema era encontrar el dinero para financiar todo el proyecto. La cantidad era bastante importante -los traidores no se suelen vender baratos- y el presupuesto del Área de Cultura era escaso y ya estaba más que castigado.

"Pues busca una solución o seré yo quien te busque un sustituto" había la respuesta de Presidencia ante la queja de García-Cortijero.  Y Presidencia era notoria por cumplir con sus amenazas -nunca más de una- de un modo fulminante.

Por fortuna, los amigos están para algo, y Emiliano García-Cortijero tenía unos cuantos (todos interesados, claro está). Uno de ellos era Álvaro García-Borcigueitia, propietario del Grupo Empresarial Garborsa y antiguo compañero de correrías juveniles.

-¿Esa cantidad y por una obra de teatro? ¡Va a estar difícil, macho!

-¡No me jodas, Álvaro!, ¿hace falta que te recuerde que os concedimos a Garborsa tres contratos de la construcción del teatro?

-¡Ya, ya, macho, pero es que esto es mucha pasta...!

-Pues tú veras, amigo, o me patrocináis desde Garborsa u os podéis ir olvidando de la obra pública.

-¡Bueno, bueno, Emiliano, no hace falta amenazar, coño! Mañana a primera obra se lo comento a Espinosa y seguro que él te encuentra una solución.

No hay comentarios: