S8 (9).

-Yo tengo que hacer el crawl, entrenador, es el único que entreno.

-No te preocupes, muchacho. Dean hará la espalda, Nick la braza, "El Tiburón" la mariposa y cierras tú.

"Cerrar, ¡encima eso! ¿Quién habría sido el malparido que había marcado el orden de los estilos del relevo?"

-OK, entrenador.

-¡Y no pongas esa cara, bastante haces ya con salir a nadar la prueba! ¡Eres un valiente, un héroe; eso, un héroe: jugar en inferioridad de condiciones y aun así, salir a pelearla!

Charlie sonrió. Visto friamente, era cierto. Nadie podía pedirle más de lo que iba a hacer. Nadie excepto él mismo, claro. ¡Joder, era la carrera de su vida, la oportunidad única de ganar una medalla Olímpica sin "Paras" ni peros! ¿Cuándo tendría otro "S8" como él una oportunidad así?

Se pasó las horas previas encerrado en su cuarto. Quitó el teléfono, se puso música e intento recorrer el mismo circuito mental de comedura de coco el menor número posible de veces. Difícil, mucho.

Miró el reloj, hora de irse a la piscina. El resto del equipo aguardaba en el hall. También otros equipos le esperaban fuera: cámaras y micrófonos. De sopetón, otra vez se veía empujado a la primera línea de fuego informativo. Se tuvieron que abrír camino a la furgoneta a empujones.

En mitad del trayecto se percató de que Woods no había dado señales de vida a la salida de la residencia. ¿Dónde estaría?

En la mismísima puerta de los vestuarios. Nadíe sabía cómo lo había logrado, pero ahí estaba. Eso fue la gota que colmó el vaso de los nervios de Charlie.

-¡No puedo, no quiero hablar otra vez con ese fulano, "Tiburón"!

-Tranquilo, tío, yo me encargo.

-¡Unas preguntas para nuestros televidentes, Charlie!

-¡Charlie no quiere hablar contigo, amigo!

-¡Pero, "Tiburón", no te enfades!

-No me enfado, sólo te pido que no incordies.

-¡Pero América está deseando saber cómo se encuentra su héroe!

-Su héroe está bien, pero mucho mejor si le dejas en paz.

-Pero...

-Mira, colega, te estoy mandando a la mierda de la manera más educada que sé, ¿comprendido?

-¡Pero esto es intolerable, un ataque en toda regla a las libertades de prensa y expresión!

"El Tiburón" no le contestó, le limitó a cerrar la puerta del vestuario.

-Gracias, "Tiburón"

-Para eso estamos los compañeros.