Buscar en Mundo Jackson

viernes, 31 de agosto de 2012

Sobrecualificados.

Izhar resopló mientras ponía las tazas bajo los chorritos de café. No podía quejarse: estaba vivo -que no era poco- y acababa de conseguir un trabajo, que tampoco era moco de pavo, pero incluso así...

-¿Qué va a ser, señor?

El comandante Rufa levantó la ceja, curioso acento, tanto como el suyo propio.

-Tú eres iraquí, ¿verdad? -le preguntó en árabe.

Izhar se quedó helado, petrificado. ¿Le habían seguido hasta España, a él, a un pobre soldado desertor? ¿No tenían el servicio secreto de Sadam nada mejor que hacer? El piloto se percató de la circunstancia, y sonrió tranquilizador.

-¡No te preocupes, hombre, que yo también he tenido que escapar de la guerra con Irán! No obstante, mejor nada de nombres...por si acaso...

Izhar sonrió. El tipo aquel parecía de fíar, los dos estaban en el mismo bando.

-Sí, soy iraquí. Allá acababa de terminar la carrera de ingeniería industrial, entonces me llamaron a filas, y prontó me percaté de que aquello no era para mí y era mejor cambiar de aires sin permiso. En resumidas cuentas, que en vez de diseñando maquinaria, me gano la vida manipulándola.

-No te quejes, yo estoy un poco igual: yo también hago un trabajo mucho más simple que aquel para el que estoy formado.

-¿Tú?, ¡tú eres comandante de líneas aéreas!

-Exacto, pero en nuestro país era piloto de ataque en activo, hasta que me dio por pensar en voz alta y tuve que huir del tío Sadam. Estoy cualificado para volar a 1500 kilómetros por hora, esquivando misiles y balas, y poner una bomba en un punto preciso...¿y qué hago ahora?: pilotar un avioncito de pasajero a la mitad de esa velocidad, sin que nadie me dispare y con el único objetivo de aterrizar. Créeme, es tan aburrido como poner cafés para tí.

-Pero tú...

-Ya, gano mucho dinero, pero no estábamos hablando de eso, ¿no?


No hay comentarios: