"¿Cómo que se ha jugado a "Puyazo"?
La noticia era un prisma con tal cantidad de caras, que las dos mujeres no sabían muy bien cómo reaccionar.
-Pero...¿ese tío esta loco? ¡Es su mejor caballo en mucho tiempo! -dijo por fin Alba, la esposa de Cullerel.
-Ya, yo me quedé tan alucinado como vosotras...
-¡¿Qué se ha creído ese niñato gilipollas, por quíén me toma?! ¡Si se piensa que estoy completamente desesperada y que me va a tener babeando, lo tiene claro!
-Pues, mujer, esa sensación da, cuando se ha jugado lo que se ha jugado -pinchó Alba.
-¡Pues se ha quedado sin caballazo, por chulo! -explotó Sonia.
-Hombre, estábamos los dos un poco piripis...
-¡Ni piripis ni leches, si ya me daba asco, ahora directamente me van a entrar ganas de vomitar al verle!
-¿Y tú crees que cumplirá con lo pactado?
-Por supuesto, en el hipódromo uno no se puede echar atrás cuando se apuesta, es la ley, estamos entre gente de palabra.
-¿Y hasta cuándo tiene de plazo para hacer que yo caiga rendida a sus pies?
-Hasta el 20 de agosto.
-Eso es justó después de la Copa de Oro de San Sebastián.
-Sí, estaba borracho, pero no tanto. Si la va a ganar -que no sería raro- que lo haga con sus colores.
-Bueno, el año que viene lo hará con los nuestros -canturreó Alba aplaudiendo.
-¡Y mientras, nos lo vamos a pasar divinamente a costa del niñato de mierda! -rio Sonia.
-Sí, mujer, nos vamos a divertir de lo lindo con su patético e infructuoso asedio.
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