Carrera (de Taxi) a Ninguna Parte (2).

-Porque, a ver, ¿cuál es para usted el "sentido de la vida"?

-Pues, hombre...Ser feliz, supongo.

-¡Ajá, ahí le quiero ver! ¿Qué es la felicidad?

-Mire, a estas horas de la mañana no estoy yo para pensar mucho.

-¡Exacto, no le apetece pensar, nos da pereza, nos da miedo...! La única manera de ser feliz es no pensar, por eso yo soy tan desgraciado, porque tengo una profesión que me tiene todo el día pensando. Y por eso me doy cuenta de que mi vida esta vacía, que sólo soy un engranaje más de la cadena del Sistema: trabaja y consume, trabaja y consume...Podría intentar salirme del juego, pero es imposible. Es como una droga a la que nos han enganchado: adictos a la televisión, al ordenador, al móvil, al fútbol...¡Somos todos un atajo de yonkis de la Sociedad Consumista!

-Bueno, pues lo que tiene usted que hacer es no darle tantas vueltas a la cabeza, amigo. Disfrute de los buenos ratos, que todo el mundo los tiene.

-Ya, buenos ratos. Pero por cada buen instante hay horas y horas de soledad y angustia. ¿Merece la pena? ¡A mí me parece que no!

-Oiga, me parece que usted está un poco nervioso. Creo que lo mejor es que me pare usted aquí mismo y me diga lo que le debo.  

-¿Ve? ¡En cuanto alguien dice la verdad, todo el mundo se pone nervioso, no la quiere escuchar! Pero usted no se va a escapar...

-¿Qué hace? ¡Oiga, pare el taxi de inmediato o me tiro en marcha!

-¡No se atreverá, es usted un cobarde, todos lo somos!

-¡O me deja ya mismo o llamo a la policía!

-¡Llame, llame, van a venir de todos modos!

-¿Qué dice? ¡Frene, frene, que nos matamos!

-¡Exacto!