-Señor Sanz-Olavide, gran carrera y gran victoria. Enhorabuena
-Gracias. Sí, la verdad es que "Puyazo" es un pedazo de caballo. Estamos muy contentos con él.
-Y la monta de Navascue, muy buena. Administrando muy bien las fuerzas del caballo y atacando en el momento justo.
-Eso es. Es un monstruo.
-Quizás España se le ha quedado pequeña a "Puyazo".
-Eso creemos. Queremos que la próxima la corra en Francia, a ver qué tal.
-¿Sobre qué distancia?, parece que tiene más que los dos mil metros que ha hecho hoy.
-Efectivamente, pensamos que dos cuatrocientos puede que sea su distancia óptima.
-Bueno, pues enhorabuena de nuevo y mucha suerte en esa aventura francesa.
-Muchas gracias, señorita.
"Estamos fuera", cantó Mela.
-Bueno, pues muchas gracias.
-De nada, guapa. ¡Buena entrevista, por cierto! ¡Poco a poco vas aprendiendo cosillas de esto!
-Adios.
"Tazo" Sanz-Olavide se dio la vuelta, cogió por la cintura a su novia -que había permanecido en un no muy discreto segundo plano durante la entrevista- y se alejo navegando por un mar de manos que le felicitaban.
-"Poco a poco vas aprendiendo cosillas", ¡gilipollas, engreido, chulo!
-¡Tranquila, hija, yo creo que lo ha dicho por intentar ser amable!
-¡Se va a meter su paternalismo por el culo! ¡No sé qué le ven todas esas niñatas que babean por él!
-Pues, hija, que el chaval es muy guapete, las cosas como son.
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