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jueves, 31 de mayo de 2012

Mal Negocio.

"Negociador policial", en las películas parece muy bonito, pero, claro está, nada es como en las películas.

En las práctica, uno se encuentra en el último piso de un lujosísimo hotel, a pocos metros de muchos metros de caída, y con icono internacional de la moda hasta arriba de todo y con ganas de matar el tedio haciendo una tontería muy gorda.

Y, por supuesto, la prensa y los curiosos -en el fondo, son todos uno- abajo gritando en silencio -desde lo más profundo de sus corazones de canalla- "¡que se tire, que se tire!"

En fin, negociemos pues.

-¡No se acerque más, que me arrojo!

-A ver, por favor, señor Da Conte, tranquílicese, se lo ruego. Yo no me muevo más, se lo garantizo.

-¡Quieto!

-Que sí, hombre, que sí, pero...¿Usted por qué quiere hacer esto, si tiene pasta, fama, chavalas...-(el agente Díaz le susurró algo al odio) -chavales, quiero decir...?

-¡Usted jamás lo entendería, es todo parte de una tragedia cósmica!

-Ya, pues mire, si no recapacita por usted, piense al menos en la cantidad de gente que le imita en todo. Si usted hace esto, cientos, miles de personas harán lo mismo, ¿no le da cargo de conciencia?

-¡Que tontería! ¿De verdad cree que porque yo me tire, la gente va a hacer lo mismo?

-Mucho me temo que sí.

-Pero, ¿usted se cree que la gente es tonta?

-Hombre, si quiere que le diga la verdad...

-¡Le voy a demostrar que no!

Tan alto era el edificio, y tanta es la inmediatez de la que precisa la televisión hoy en día, que en las múltiples repeticiones de la jugada, emitieron la mayor parte de la caída a cámara rápida (aunque, por supuesto, los último metros iban ralentizados).

El pobre negociador no negoció más, lo destinaron a otro puesto en el que, en palabras textuales de su jefe "un inútil como usted no sea peligroso para la sociedad".

No obstante, lo peor no era eso, sino tener que pasear por la ciudad con la mirada constantemente en el cielo, por ver si caía alguno. 3.443 iban desde que se se había tirado el dichoso Giorgio Da Conte.

Y es que un icono de la moda es un icono de la moda, y las tendencias hay que seguirlas.

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