-¿Y cuántos dices que te está costando la carrera?
-10.00 al año de matrícula, más la residencia, los gastos...Nada, un ganga a cambio de tenerla a 2.000 kilómetros de casa.
-¡Arriaga, coño, que es tu hija!
-No, si yo la quiero mucho, pero a distancia.
-Pero, por lo menos, el título se lo darán..
-¡Nos ha jodido, 50.000 euros que me cuesta!
-¿Y luego?
-Pues le montaré la empresa. Otra ruina, pero ya lo está mirando Solís para meterlo en el capítulo de gastos.
-No sé, igual le va bien.
-No, le va a ir de culo. ¿Tú has visto las cosas que hace? ¡Horribles, a eso no le damos salida ni regalado!
-Pero, ¿qué le enseñan en esa escuela?
-¡Nada, le dicen que todo muy bonito y que es un genio! Con la pasta que soltamos, como para contrariar a la niña y que se vaya...
-¿Y no hay posibilidad de que recapacite y se haga unas Empresariales, como todo el mundo?
-No, ya lo intenté en su momento, pero no hay manera, ¡la señorita es una artista!
-¡Pues vaya ruina que tienes encima, macho!
-Ya...En fin, todo por la ilusión y los sueños de una hija.
-No sé, igual con el tiempo se le pasa.
-Esa es la esperanza que tengo, que esta tontería se le quite como la equitación, el patinaje artístico y lo de ser misionera.
-¡Todavía me acuerdo del caballo aquel que le tuviste que comprar, ese que hubo que traer en avión desde Inglaterra! ¿Cómo se llamaba?
-"Pierrot"
-¡Eso!
-Peor fue cuando se dio el talegazo de boca patinando delante de todos aquellos padres.
-¿Cuántas cintas de vídeo doméstico te tocó comprar para destruir las pruebas de la humillación de la niña?
-12...A 200 cada una.
-¡Qué padres más buitres!
-Bueno, Horteja me la regaló.
-Ese siempre fue un señor.
-En fin, ¡todo por una hija!
No hay comentarios:
Publicar un comentario