-Bueno, a grosso modo, ¿nos podría explicar usted qué paso?
-Lo correcto es "grosso modo", el "a" sobra.
-Bueno, pues como le salga a usted de las narices, ¿me explica qué pasó?
Al inspector Trajaredo aquel tío le estaba empezando a cargar en serio.
-¿Quiere que le explique por qué sobra la "a"?
-No quiero que me explique por qué mató usted al señor Predasch.
-Ya se lo indiqué a los agentes que me detuvieron en el escenario del crimen: una discusión sobre cuál es el plural correcto del vocablo "brindis".
-O sea, que le metió doce puñaladas a un hombre por una discusión sin importancia.
-"Asestar" es más preciso si uno habla de puñaladas, y en lo referente a la presunta trivialidad del asunto, a mí no me lo parece en absoluto.
-Ya, y no había nada más, ni mujeres, ni dinero...
-¡Yo nunca mataría por algo tan vulgar como eso!
-Ya veo, ¿y por qué no lo miraron ustedes en un diccionario?
-Nosotros estamos muy por encima de los diccionarios, eso para los escolares y los periodistas ramplones.
-Entiendo...Pues nada, firme la declaración y al calabozo.
-Supongo que se me permitirá leerla antes.
-Está usted en su derecho.
-Veamos...Ummm....¡Cielo santo!, ¿quién ha redactado esta aberración?
-Pues el agente aquí presente.
-¿Y este señor nunca fue a la escuela? ¡Esto si que es un delito y no matar al pesado de Predasch!
-Vale, ya he tenido bastante gilipollez por hoy. ¡Llévense a este fulano!
-¡No hace falta que sea usted grosero!
-¡Yo seré todo lo grosero que me salga de las pelotas, desde que entrastes por esa puerta no has parado de tocarnos las narices!
-Entraste, señor inspector, entraste.
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