Deme Algo, Don Álvaro (6).

-¡Muy bien, chaval! Es un trabajo periodístico de investigación de primera, ¿verdad, Palomero?

-Excelente.

-¡Me pregunto por qué estás en el paro, un hombre de tu talento!

-Seguramente, porque le falta un pequeño detalle. ¿Cómo era el dicho?

-¡El que tiene padrino, se bautiza!

-Ese mismo. Y tú no tienes padrino, ¿verdad?

Se había estado aguantando, pero no pudo más. Javier Boaldeza estalló.

-¡Vale, pareja de mafisoso de película mala, me he tragado el anzuelo de que erais de una televisión que quería hacer un reportaje con mi historia, pero claramente es mentira! ¿Para quién trabajáis en realidad?

-Traquilo, hijo, que a ti nadie te ha faltado al respeto.

-Tan sólo somos un par de amigos que quieren ayudarte.

-¿A cambio de qué? ¿De que no cuente nada de esto?

-¡Qué tontería! ¿Acaso puedes demostrar toda esta sarta de mentiras?

-¡Creo que sí!

-Ves, Palomero, es lo que tienen los licenciados de ahora, mucha carrera y mucho máster, pero ni idea de lo que es la vida. ¡No puedes demostrar una mierda! Así que tienes dos opciones, o aceptar nuestra oferta o no trabajar en toda tu jodida vida, que de eso me iba a encargar yo personalmente.

-¿Me está amenazando?

-No, no, ¡qué manía!, ¿verdad, Palomero?

-¡Qué manía! Mira, resulta que una empresa de un buen amigo nuestro, "Lácteos Romera", necesita cubrir un importante puesto en el departamento de comunicación, y habíamos pensado en ti, pero si no estás interesado...

-¡Váyanse los dos a la mierda y se meten su sucio trabajo de limosna por donde les quepa! ¡Yo soy un tio con dignidad e integridad! ¿Saben lo que es eso? ¡Ya verán cómo saco a la luz todo su sucio negocio de mendicidad organizada!

Dicho lo cual, Javier Boaldeza abandonó el local precipitadamente.

-¿Trabajo de limosna?

-¡Pero si nosotros no sabemos nada de limosnas!

-En fin, llama a esos dos amigos tan simpáticos de "El Perro Zlatan", que igual a ellos les entiende mejor que a nosotros.

-Y eso que ninguno de los dos habla casi español.

-Pero que no le "hablen" más de lo necesario, que, en el fondo, el chaval me ha caido hasta simpático.