-Dice la leyenda que usted sólo escribe mientras vuela en los aviones.
-Dice bien.
-¿Por alguna razón en especial?
-Es el tipo de cosas que le encanta a mi público.
-Ya, supongo que ser un escritor excéntrico debe ser muy pesado a veces.
-¡No se hace usted una idea!, aunque en este caso no está mal, me da una excusa para estar siempre sacándole billetes de avión gratis a mi editorial.
-Dicen también que siempre escribe a mano.
-Bueno, sí y no. Solía usar una máquina de escribir, pero ahora ya no me dejan subirla a los aviones como equipaje de mano, así que la facturo.
-¿Para qué, si no la usa?
-Ya le dije que soy un escritor excéntrico.
-Volviendo a su escritura, su pésima caligrafía es legendaria.
-Cierto, tengo mala letra hasta cuando escribo a máquina, aunque mi ortografía es peor todavía: escribo las palabras como me da la gana.
-Y en papel higiénico.
-Exacto. Es parte del paquete de la excentricidad.
-Usado.
-A veces.
-En resumen, que escribe usted sus novelas a 30.000 pies de altura, con una letra que no se entiende, con una ortografía incluso peor y sobre papel higiénico usado.
-Por mí...Exacto.
-Me pregunto cómo se las arreglan en la editorial para publicar sus novelas.
-Yo también...Si le soy sincero, normalmente no tienen absolutamente nada que ver con lo que yo escribí.
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