Aquellos cinco amigos tenían tantos vicios, que hasta apostaban entre ellos sobre cuál les llevaría a la tumba a cada uno y en qué orden. El juego, resulta evidente, era una más de su colección de adicciones.
José Adolfo "Jolfo" Marquina fue el primer en caer. 22 años, la velocidad. El resto de amigos acudieron al tanatorio. Quizás porque era su amigo, quizás para saldar cuentas.
Pablo "Chiqui" López-Rector se había llevado el bote.
-Ha sido casi como robar, tíos. Estaba claro que "Jolfo" se acabaría dando el gran hostión con la moto bien jovencito.
Exacto, muy claro. Igual de clarito que Camilo "Guagua" Ortesana vio que el gusto de "Chiqui" por las broncas borrachas de bar acabaría por pasarle factura en forma de mala cuchillada antes de cumplir los 30.
"Guagua" navegó su triunfo en alcohol aliñado con otro surtido de sustancias. Aquel día no paso nada, pero la travesía desembocó también en el tanatorio, mediando "Guagua" la treintena,
-Bueno macho, pues sólo quedamos tú y yo.
A Alfredo "Bubu" Cardiella y Javier "Javu" García Grunt todo el rollo aquel de la apuesta ya les había dejado de hacer gracia. Seguramente, cosas de cumplir los cuarenta.
-¿Quién crees que será el próximo?
-Me da igual. Prefiero no pensar en ello.
-Bueno, ya sabes lo que solía decir "Jolfo", que no reuniremos todos en el infierno para seguir con la juerga.
-Al infierno iréis vosotros, pringaos.
-¿Tú no?
-No, yo iré al cielo.
-¡Pero si eres el más degenerado y el más vicioso de todos!
-Ya, pero yo me voy a jugar mi alma al poker con el Diablo, y se la voy a ganar...
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