-Ah, por cierto, toma.
-¿Qué es esto?
-Pa' ti.
-¿Para mí? ¿Por qué?
-Es tu cumpleaños.
-¿Mi cumpleaños?
-17 de Marzo, ¿no?
-Sí...Sí, San Patricio.
-Por eso me acordé. El año pasado celebramos las dos cosas juntas en la base, ¿te acuerdas?
-Sí, claro...¡Menuda se agarró Whayes!
-¡Sí, histórica, ja, ja, ja!
-¡Ja, ja, ja!
-Fue un par de meses antes de que nos mandaran para acá.
-Ya...¡Joder, igual es el último cumpleaños que celebro!
-No digas eso, coño, y abre el regalo.
-¡La leche!, ¿de dónde has sacado tú este libro aquí, en el culo del mundo?
-Tengo mis fuentes.
-¿Ja, ja, ja...Oye, muchas gracias!
-De nada, para eso estamos los amigos.
-Si, claro.
-Lo que no he podido conseguir es una tarta, pero si quieres te canto el cumpleaños feliz...
-¡Vete a tomar por culo y dame un abrazo!
-De acuerdo, pero que no nos vean los Charlies.
-Ni el capitán.
-¡Eso sobre todo!
-¡Ja, ja, ja!
Y es que, por mucho que los fríos y rotundos bloques de la Maldad aplasten a la Vida, un poquito de Bondad siempre se acabará colando, como el musgo por entre los adoquines.
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