Buscar en Mundo Jackson

viernes, 12 de marzo de 2010

Historias Imaginarias de un Colegio que Jamás Existio: A la Sombra de una Novela.

David Cossío recontó los folios ya escritos con la absurda esperanza de que se hubieran reproducido por iniciativa propia.

Pero, claro, no era así. Cinco llevaba, siete le quedaban para el mínimo exigido por "El Nieto". Ajustó la falsilla y chupo la tapa del boli, como intentando mamar inspiración.

¿Por qué razón tenían los profesores la absurda manía de mandarles leer libros aburridos e incomprensibles y hacerles luego redactar trabajos sobre ellos? ¡Aquello no le parecía manera de aprender nada!

Releyó la contraportada del libro, para ver si podía sacar de algo de allí, pero estaba claro que el parrafito ya había dado hasta su última gota de zumo de tinta.

"¡300 páginas que tiene el librito, y yo no le saco ni doce!" David Cossío se sentía cada vez más tonto. Debería haberse enrollado más con lo del argumento, pero ya era demasiado tarde para eso. Tampoco le había sacado mucho partido a la biografía del autor. ¡Con lo cara que había salido la enciclopedia y lo poco que ponía del tío aquel!

Por fin, decidió dejar de martirizarse, que un aprobado en Lengua no valía tanto sufrimiento, abrió el libro por su última página y copió cuidadosamete: "Y por encima aún me quedaba Dios". Hablar de Dios durante folios y folios, eso no se le daba mal.

Siete páginas de divagación religiosa después -con una letra que había ido engordando a pasos cada vez más agigantados-, David golpeó las hojas para asegurarse de que estuvieran perfectamente alineadas y pegó el grapazo superior izquierdo de rigor.

De momento, salía del paso, y, si tenía la suerte de que "El Nieto" no se leyera los trabajos más allá de la página cinco, hasta puede que aprobara.

A Don Miguel Delibes, con mi agradecimiento por un libro suyo que me hicieron leer en 1989 y que sólo comprendí más de una década después.

Y con la promesa de que Paco "el Bajo" no volverá a arrastrarse.

No hay comentarios: