-¡Es genial, es genial!
Manzano se carcajeaba con su cuidado estilo de dandy de las aulas.
-Quizá lo ha hecho para tomarme el pelo, el chaval es así-abogó del Diablo Leopoldo con su timidez habitual.
-¡El chaval es lo más bruto que ha parido madre, compañero!
-Hombre, la palabra tampoco es la más común del mundo...
-¡Que no lo defiendas, que es un zoquete de cuna que zoquete se morirá!
En eso entró Trestuestes, y Manzano se lanzó a contarle el chascarrillo. Le iba a encantar.
-Jose, ¿sabes la ultima de Ríos? Le ha preguntado Leopoldo qué era "colofón" y le ha soltado que una compañía de telefonía móvil...¡Qué crack!
Jose Luis Trestuestes se unió a la carcajada. No cabía duda de que la ignorancia de aquel muchacho era para escribir páginas y páginas de la antología del humor.
Luego, de camino a casa, Trestuestes se preguntó si los arquitectos se reirían cuando un edificio que han hecho no tiene más que grietas.
Llegó a la conclusión de que posiblemente no.
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