La mejor manera de encontrar un objeto (y, dicen, también el amor) es no buscarlo. ¿Cuántas veces abrimos un cajón y, no sin cierta desfachatez, aparece aquel papel que nos volvimos locos tratando de localizar hace meses (y que, por supuesto, ya dejó de hacernos falta)? Y lo peor de caso es que hemos abierto el cajón en busca de otro documento totalmente diferente que, por supuesto, no aparece.
Incluso peor, si me apura, es intentar ordenar el dichoso secreter (una actividad que los elegidos hacen día a día y los obligados una vez al año). Se topará usted con boletines de notas casi prehistóricos, recortes de prensa amarillentos que uno no consigue recordar por qué recortó y vales-descuento requetecaducados. ¿Cómo demonios han conseguido resistir a, digamos, seis o siete batidas de limpieza? Auténticos supervivientes.
Y, por supuesto, emergen los bolis que hace años que no pintan (¿por qué no los he tirado entonces?) y todo tipo de sorprendentes zarandajas (incluyendo un dado y un misterioso llavero) que uno no recuerda haber comprado, recibido o robado.
En resumen, ¿por qué el desorden tiende a ordenarse hacía el caos, la locura y la estupidez?
Deben ser los Gremlins, esos misteriosos bichitos que conviven con nosotros y matan las tediosas horas cambiando las cosas de sitio y llenado nuestras casas de absurdos artículos promocionales que robaron de un supermercado.
Los Gremlins no son una idea original de Steven Spielberg. Han sido parte de las leyendas anglosajonas desde tiempos inmemoriales, pero se empezaron a hacer populares internacionalmente durante la 2º Guerra Mundial, cuando los pilotos británicos les echaban la culpa de cualquier fallo inexplicable de alguno de sus aparatos. En esa misma época se hizo un corto de animación en que Bugs Bunny compartía protagonismo con un pequeño Gremlin.
2 comentarios:
Hola me gustan los textos de tu blog, a verdad es que llevas mucha razón nunca aparece lo que estás buscando y encima aparece lo que ya no buscabas de hace tiempo, es curioso, tendrá que ver con nuestro cerebro?, un beso y +5 booster
Hola, gracias por leer el blog y dejarme un comentario tan amable.
Un saludo
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