Hay dos tipos de "fanatismo":
El primero es el amable y simpático, ese que, por ejemplo, sienten algunos por las cosas que vuelan y otros por el punto de cruz.
Es perfectamente inofensivo y hace la vida mucho más agradable, por lo que le ruego para él cariño y comprensión. En otras palabras, que si , por ejemplo, alguien se quiere gastar 1000 euros de su dinero honradamente ganado en una entrada de reventa para la ópera, está en su perfecto derecho, ¿me sigue?
Luego está el otro, el feo y a menudo violento...
Éste a mí se me antoja como una simple cuestión de puntos de vista: lo que para algunos es "puro fanatismo", para otros es "ser fiel a un ideal (o una fe) hasta las últimas consecuencias". En otras palabras, la diferencia entre el "loco fanático" y el "heroico mártir" es difusa y puramente subjetiva.
Por ejemplo, imagine que un musulmán se carga de bombas y se lanza contra un objetivo puramente militar -recalco lo de militar-, con una oración por últimas palabras, ¿usted qué le llama?
Pero, por otra parte, si yo le recuerdo que muchos pilotos argentinos durante la Guerra de las Malvinas rezaban un Padrenuestro por radio justo antes de despegar para atacar a los británicos, en misiones de extrema peligrosidad de las que sabían que algunos no volverían, ¿qué nombre les da usted a ellos?
Ahí le dejo eso, para que piense usted un rato.
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