Unos dijeron que Jorge Poncedaina se había vuelto loco, otros decían que fue un simple truco publicitario (¡qué mal pensados!), pero el caso es que a la Gran Opinión Pública aquello le encantó.
Jorge Poncedaina prefirió regalar una fábrica de embutidos a sus empleados antes que ponerlos en la calle. La fábrica daba lo justo para pagar las nóminas, pero ni el más mínimo beneficio. Cualquier otra habría cerrado, pero Poncedaina adaptó un viejo principio: "La fábrica, para el que la trabaja". Así que cedió los derechos a una cooperativa de trabajadores. Gratis.
Jorge Poncedaina era el hombre del momento. Todos querían entrevistarle, hacer un reportaje sobre su vida, publicar sus artículos...¡Hasta camisetas con su cara hicieron!
El señor Mozziella lo vio claro.
-¡Poncedaina es nuestro "Empresario con Corazón! del Año"! Medios, imagen positiva al mil por cien...¡Lo necesitamos en la gala de entrega de premios!
Espinosa y Palomero asintieron con la gravedad con que se le da la razón al que tiene más razón que todo el santoral en pleno.
-¿Y qué le contamos al "de los quesos"?
-Le damos algún otro premio, creo que para el de "Intelectual con Corazón del Año" todavía no teníamos a nadie cerrado.
-Cierto.
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