Afirma rotundo algún ardoroso autoproclamado paladín nacional hispano (político provinciano y ambicioso con la vista dirigida a un muy alto cargo por Madrid, por dar más datos) algo así como: "Hallo a mi país bajo una bárbara losa plantada por algunos malditos fascistas afincados por Cataluña, la cual manda callar -y así castra para toda la vida- a los niños y a los adultos si hablan un idioma distinto al local, por otro calificativo 'catalán'"
Mas, por contra, afirma otro aún más bravo individuo (con un jugoso cargo oficial) catalán: "Luchar por mi cultura propia y no otra motivación guía las normas lingüísticas catalanas cuando las impongo. No somos ningunos fachas".
Y mi opinión, acaso poco válida, dicta las palabras: "¡Unos y otros sois igual! !Un vaso con humanidad y azúcar os haría mucha falta! Si un corazón humano no ama al distinto, no latirá sano jamás, y, por contra, pronto va a morir, oscuro y podrido".
(Pleno de curiosidad compruebo que me resulta mucho más complicado escribir sin la letra "e" que sin la letra "a". Curioso porque siempre di por hecho que sobre la "a" giraba todo nuestro amado español. ¡Y parece que no va a ser así! En lo referente al fondo del ejercicio, es en verdad lo que pienso).
No hay comentarios:
Publicar un comentario