Se hacía en Sudán, Pakistán o Bangladesh -enviándolos a los ricos países del Golfo Pérsico-, y el precio no era demasiado elevado. El destino de esos niños no era otro que convertirse en jinetes de carreras. No de caballos, sino de camellos.
Cuanto antes empecemos a sacarle jugo a la compra, mejor. Y, por supuesto, que compita con el menor peso posible. Es por esto que críos de incluso cuatro añitos -con una dieta diaria de un par de galletas y un poquito de agua- acababan a lomos de un camello lanzados a 50 kilómetros por hora por el desierto. Se caen con frecuencia, se parten brazos y piernas...Da igual, si se rompe, se compra otro.
¿Cómo es el resto de la jornada? Pues vivir en campamentos desérticos rodeados de alambres de espinos, cuidando de sus monturas en jornadas maratonianas y con el suelo por único lecho.
Todo esto, me perdone la obviedad, sin percibir ningún tipo de compensación económica.
(¡Joder, pero si eso es esclavitud!)
Exactamente.
Allá por 2005, las ONGs que luchaban contra esta práctica atroz calculaban que 40.000 niños purgaban sus inexistentes pecados en este infierno. (Las carreras de camellos son así de populares por esas tierras de arenas).
Y decidieron hacer algo, y se hizo. Se denunció y se luchó.
Hoy, es ilegal que los jínetes de camellos tengan menos de 16 años y el uso de "jockeys-robot" es crecientemente popular (se trata de un aparato por control remoto que acciona una pequeña fusta).
Lógicamente, que sea ilegal no significa que no se haga -es así de triste-, pero parece innegable que los pasos se están dando y en el camino correcto.
¿Y qué pasa con los niños que son rescatados?
Lamentablemente, no hay una solución sencilla. No tiene mucho sentido devolver a los niños con las familias que los vendieron, así que la mayoría acaban en residencias dirigidas por las ONGs. No hay muchos lujos. O eso pensaría usted, porque a los niños les parecen de 5 estrellas.
Y es que allí muchos tienen la oportunidad de dormir en una cama por primera vez en su vida.
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La ONG "Anti-Slavery" tomó esta instantánea este mismo año en Emiratos Árabes. ¿Tienen todos los jinetes los 16 años reglamentarios? Juzgue usted.
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