República Democrática del Congo: las fuerzas de paz de la ONU y los rebeldes liderados por Laurent Nkunda están combatiendo para evitar que estos últimos se hagan con el control de Goma, la capital de la región Kivu del Norte. El avance de Nkunda, que comenzó a finales del mes de agosto, ha generado la acostumbrada avalancha de refugiados. "Sólo" 200.000, con la acostumbrada ración de muertes por enfermedad y malnutrición, por supuesto.
Sri Lanka: Las fuerzas gubernamentales están llevando a cabo una ofensiva en la zona norte del país, controlada por el grupo armado "Tigres Tamiles". Como en el caso anterior, unos 200.000 desplazados huyen de los tiros y las bombas. El problema es que, aparentemente, cada vez quedan menos sitios donde refugiarse y el destino de estos civiles puede ser verse en mitad del fuego cruzado. La buena noticia es que la India ha anunciado que va a mandar 800 toneladas de alimentos a la zona, aunque no deja de ser pan para hoy y hambre para mañana, nunca mejor dicho.
Sudán: Se han recrudecido los enfrentamientos en la región de Darfur entre las milicias apoyadas por el gobierno y diversos grupos armados. Según la ONU, desde el comienzo de los combates en 2003, 300.000 personas han perdido la vida y más de 2 millones se han visto obligadas a huir de sus hogares. En algunos casos, el único lugar que encuentran para vivir es, literalmente, debajo de un árbol.
Ah, y, además, la Bolsa sigue cayendo.
La vivienda también es un problema en Darfur.
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