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martes, 23 de enero de 2018

Desbandada en el Ropero de la Señora.

-¿Tú estás segura de que...?

-Qué si, joder, cariño. ¡Te le llevo diciendo desde que salimos de casa!

-Me gusta que llames casa al apartamento. Antes te costaba.

-Antes mi abuela seguía viva.

-A eso me refiero, que está muy reciente.

-Cuanto antes mejor lo hagamos, mejor.

-¡Pues cuando tu abuela seguía viva eras bien reacia!

-La noticia la habría matado, y nunca me lo habría perdonado.

-¡Tu abuela era una intolerante de mierda!

-¡Ya te he dicho que no gusta que digas eso! Mi abuela era el producto de otra época.

-Por no hablar de tu abuelo, que era mucho peor... Ese no se habría muerto, nos habría matado a nosotras si se entera.


-Bueno, dejemos en paz a mis difuntos. Llegamos a la lectura del testamento y les soltamos la noticia sin anestesia. 

-Su Pochi del alma, la más pequeña de los veinte nietos, lesbiana y emparejada con una cirujana china, lo van a flipar.

-Sí, después de todos estos años disimulando, escondida en el armario de puertas acorazadas que mis abuelos habían construido a la familia. Sin poder contárselo a nadie, porque mi abuela se hubiera acabado enterando. ¡Menuda era!

-Creo que es aquí.

-Sí, pasemos. Deja que hable yo, ¿vale?

-Claro, es tu drama familiar.


-Oye, ¡qué de gente que no conozco! Deben de ser de las empresas familiares o algo.

-Pues uno está cogido de la mano de tu padre, cariño. ¡Y menudo tiarrón!

En efecto, el padre de Pochi saludó a su hija y le indicó que se acercara.

-Hola, hija. Siéntate aquí. Tú supongo que serás su pareja, ¿no? Encantado, soy Federico, pero me puedes llamar Fredie o simplemente papá. Os presento, este es Donald, mi pareja. Es de Dakota del Sur.

-Lo...Lo sabías...¿Desde cuando? ¿Por qué no me dijiste que lo sabías? ¿Y por qué no me contaste lo tuyo?

-No, hija. No tenía ni idea hasta hace un cuarto de hora, cuando el albacea del testamento de tu abuela nos ha dicho que todos los homosexuales de la familia nos sentemos aquí con nuestras parejas. Ella misma había dejado una lista con todos los nombres. Al parecer, hasta eso dejó atado y bien atado la jodida de mi madre.

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