6.Un extraño extrañísimo.
-¡Eh, niña!
A Eva Colmo le habían dicho sus papás (y sus abuelos) desde bien
pequeña que no hiciera caso a los desconocidos que la abordaran por
la calle (en especial si era a la salida del cole), pero hacía ya
tiempo que no respetaba aquella norma. Después de todo, ya no era
tan pequeña y, además, estaba con Pústula.
-¿Qué quiere, señor? -No obstante, trataba a los extraños con
prevención y distancia, sin bajar la guardia. Chica lista nuestra
Eva, más teniendo en cuenta que el extraño en cuestión era un
intrépido periodista con ganas de fisgar por orden del señor
letrado.
-¿Este es tu cole?
Ese tío era tonto, pero, por experiencia, Eva sabía que cuando un
mayor es tonto, es preferible no hacérselo saber.
-Sí, claro, mío y de esta...O sea, de esta y mío -Eva siempre tan
escrupulosa con las cosas que le enseñaban en clase.
-¿No tendréis a un profe nuevo de inglés?
-Sí, ¿por...? -la prevención de Eva se estaba transformado en una
explosiva mezcla de pánico y curiosidad.
-No, por nada. Que dicen por ahí que las clases con él son un poco
cachondeo, que desaparecen cosas y eso.
-¿Es usted familia del Módulo?
-¿De quién?
-De Álvaro -a Eva le había traicionado la costumbre.
-¿Le llaman así al chaval? -el intrépido periodista pensó que
aquello se estaba poniendo bien.
-Bueno, todos tenemos mote en el cole.
-¿Cuál es el tuyo?
-Yo no tengo porque me apellido...Bueno, que yo no tengo, pero a esta
la llamamos Pústula.
-¿Pústula? ¡Ja, ja, ja, qué bueno!
-Oiga, ¿usted quién es que hace tantas preguntas?
-Nadie, nadie, niñas. Sólo una señor que quiere ayudar a...¿Cómo
era? Ha, sí...¡Al Módulo!
El intrépido periodista se fue, ya tenía lo que quería.
Eva y Pústula se quedaron pensativas, un poco asustadas.
-¿Tú quién crees que es ese tío, tía? -dijo Eva rompiendo el
hielo.
-No sé. Hacía muchas preguntas, igual es un policía.
-No, a la policía no la mandan a gilipolleces como buscar el
workbook de un pringado. Yo creo que será de esos que revisan los
colegios.
-¿Un inspector?
-Sí, mis sospechas se confirman. Seguro que si no aparece el maldito
workbook, van a echar al Big Ben y le van a quitar el carné de
profesor, y no a va a poder trabajar más en su vida.
-¿Tú crees?
-Segurísimo.
-¡Pues está listo, porque ese workbook no va a aparecer!
-Pues habrá que buscarlo.
-¿Qué dices?
-¡Que es una putada que el pobre Big Ben se vaya al paro para
siempre! ¡Tenemos que ayudarle!
-Ya, pero, ¿cómo?
-Hay que investigar, y sé por dónde empezar.
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