Por fin, parecía que por fin, que los viejos tiempos habían vuelto. Había un equipo ganador, un equipo que maravillaba al mundo, un equipo contra el que nada valía una goleada en casa, porque te la iba a remontar. Parecía como si magia cruel de los campos alemanes hubiera emigrado al Santiago Bernabéu. Era el Madrid del "Miedo Escénico".
Y olía a la tan ansiada "Séptima".
1987-¡Vamos allá! Van cayendo el Young Boys suizo, la Juventus (en una mítica tanda de penaltis de Paco Buyo) y el Estrella Roja de Belgrado (por el valor doble de los goles fuera). Ahora toca la semifinal contra el temido Bayern de Munich. Pero, ¡ojo, este Madrid es diferente!
El partido de ida engrosa con honores y horrores la lista de las noches aciagas del Madridismo. No tanto por el 4-1 en contra, sino por el famoso, infame, maldito pisotón de Juanito a Matthaus. La maldición de Munich volvía a hacer de las suyas, como había ocurrido con Amancio hacía 11 años, aquel también era el triste final de Juanito en Europa.
No obstante, todo el Madridismo contaba con que en el partido de vuelta la magia de las últimas temporadas volviera a obrar el milagro. Se esperaba otra gran noche del Bernabéu, pero el portero alemán Jean Marie Pfaff (¡dichosos porteros del Bayern!) conjuró el sortilegio. 1-0 insuficiente. Trauma. A los alemanes tampoco le iría mucho mejor: el Oporto de Futre les derrota 2-1 en la final (golazo de tacón de Madjer incluido).
1988-Una nueva oportunidad, y ánimos e ilusión renovados. Se empieza fuerte: contra el Nápoles de Maradona y con el Bernabéu vacío de público (a causa de una sanción ocasionada por los vándalos travestidos de Madridistas de siempre). Da igual. Chendo la hace un legendario túnel a Maradona y se gana 2-0. La vuelta, en el presunto infierno italiano, se salda con un empate a 1. Italia no es Alemania (por ahora).
También vino dura la segunda ronda: contra el vigente campeón Oporto. La ida se ha de disputar en Valencia (también por la sanción) y se salda con un poco tranquilizador 2-1 (Futre ya se ha ido al Atléti, pero Madjer sigue y marca). Sin embargo, la vuelta supuso la cumbre de un presunto actor secundario: Paco Llorente Gento protagoniza dos prodigiosas acciones por la banda (De Gento le venía al galgo) que sirven los dos tantos a Michel. Victoria blanca por 2-1. Llorente brilla y, con sólo 24 años, la deslumbrante estrella de Butragueño da los prímeros sintomas de debilidad.
Bayern, en cuartos espera el Bayern. El bombo tenía el año tonto. No obstante, ese año fue que sí. Parecía que la leyenda negra escribía un nuevo capítulo en forma de 3-0, pero Butragueño en el 84 y Hugo Sánchez en el 89, abrieron las puertas de la esperanza. La machada se confirmó con un 2-0 en Bernabéu. ¡Adiós por fin, bávaros! La gesta se vivió con la satisfacción y el alivio del que derrota finalmente al estreñimiento.
En semifinales espera el PSV holandés. Ambos equipos llevaban muchos años sin verse la caras y, después de ganar a italianos, portugueses y alemanes, parecía que también se podría con aquello. Sin embargo, un pobre 1-1 en el Bernabéu y un en extremo decepcionante 0-0 allí, después de marrar un sinfín de oportunidades, rompieron en mil pedazos las ilusiones blancas. Las imágenes de los jugadores del Madrid protestando al árbitro al final del partido eran el fiel reflejo de la dolorosa impotencia que sentíamos todos. Trauma. El PSV acabó ganando la Copa frente al Benfica.
Cualquier Madridista le dirá que esta era la Copa de Europa que la Quinta del Buitre debió ganar y no ganó. Por detrás venía un Ferrari, y ya nada se podría hacer.
1989-De nuevo a por todas. Caen Moss noruego, Gornilk polaco y -dulce venganza- el PSV. En semifinales aguarda el Milán. Llevan sin asomarse desde los 60, pero ahora parece que tienen un equipo poderosisímo.
Y tanto. Empatan a 1 en el Bernabéu, y nos encajan un severísimo correctivo en la vuelta: 5-0. Alemania en Italia, la "Quinta" no ha sido sólo eliminada, ha sido humillada. Trauma. El Milán vence también al Steaua en la final.
1990-Todavía con el susto en el cuerpo se inicia el camino otra vez: Spora de Luxemburgo y -porca miseria- otra vez el Milán. No obstante, hay dos datos que invitan al optimismo. En las dos últimas ediciones hemos eliminado al campeón vigente y a nuestro verdugo del año anterior.
Pero no, esta vez no fue humillante, pero también fue muy duro: al 2-0 de Milán no se le pudo oponer una noche mágica del Bernabéu. 1-0. Trauma. A "La Quinta" le queda una bala, aunque pocos lo podíamos suponer por aquel entonces, pues el grupo todavía era joven. El Milán, por su parte, repite título.
1991-El equipo empieza a dejar de ser lo que era. Pierde la Liga ante el Barcelona y en la Copa de Europa, tras superar a dos rivales muy cómodos (OB danés y Swarovski Tirol austriaco, se topa con el Spartak de Moscú, que nos devuelve a la cruda realidad: Empate a cero en Chamartín y derrota por 3-1 en Rusía. Trauma, nos quedamos helados (muy propio). El trofeo fue para el Estrella Roja de Belgrado, después de que el Milán fuera eliminado por el Marsella en un choque muy raro, con sospechoso apagón incluido.
Y así, de esto modo tras triste, terminó la tan dolorosa serie de asaltos a la Copa de Europa del Real Madrid de "La Quinta del Buitre". Merecieron más y, por la razón que sea, porque el fútbol es una niño caprichoso y cabrón, no lo tuvieron.

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