Olegario García, alias "el chico mayor del S'abolla mediano" clavó los ojos apenados en la rural puesta de sol y suspiró por lo varonil. Sobre el sol aburrido y moribundo se le dibujaba el rostro de Purificación Pérez, alias "la chica chica del Amostachao chico".
-¡Cohone, si es que es la muchacha más guapa de toda la provincia!
-¿Es que las conoces a todas, tarao?
Tal respuesta vino de su hermano, Pascual García, alias "el chico mediano del S'abolla mediano".
-No, joé, es un decir.
-Ya.
-El caso es que me gusta un montón.
-Ya sabes lo que pienso de eso: que estás loco y que como se entere padre, te capa.
-Me da igual, el amor es así.
-¿Y ya se lo han comentado a ella?
-Todavía no...
-Joé, Olegario, tantos huevos para correr delante de los toros en fiestas y tan acobardaó para esto.
-Al que se lo he dicho es al cura.
-¿Y que te ha dicho?
-Que somos como "Romeo y Julieta".
-¿Cómo quién?
-Unos de una canción de una tal Karina.
-¿Tú la conoces?
-¿A la Karina esa?
-No, hombre, la canción.
-No, pero debe cojonuda, porque un inglés muy famoso le sacó una función de teatro.
-De todos modos, que con canción o sin ella, estás muy loco y muy jodido, chaval.
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