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martes, 18 de agosto de 2009

Siendo Cumplidor.

Jamás he sabido la razón exacta de que uno le feliciten el día de su cumpleaños. En realidad, lo que pasa es que con los años ha ido cambiando mi teoría.

Cuando era pequeñito, esa época en que te gusta cumplir años porque te regalan cosas, pensaba que a uno le felicitaban (con cierta envidia) por su flamante Subbuteo, lancha de playa u ordenador.

Luego llega una etapa en que cumplir años posibilita hacer cosas, por lo que la felicitación sabe a "ya puedes" o "ya te queda menos".

Una vez en que a uno ya se le ha pasado -bien pasada- la novedosa ilusión de votar, conducir un coche o beber cerveza, llega una era difusa en que los años van cayendo cada vez más rápido, y a uno eso de cumplir le produce alegría y susto a partes iguales. En un momento en que la felicitación tiene un poso de pésame.

Por último, hay edades en que la felicitación está más que merecida, pues uno puede presumir con orgullo de que ha aguantado un añito más sobre la superficie de la tierra.

Sea lo que sea, y como es bien sabido, es preferible cumplir años a no cumplirlos.

Hay personas que ocultan su edad con más empeño que su anatomía. Curiosa esa obsesión por anclarse en los 23 años.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Señor Jackson, conociéndole a usted y habiendo estado en el soleado Reino Unido me extraña que no haya comentado nada acerca de la liberación del terrorista del repuGnante Atentado De Lockerbie en el que perdieron lA vida cientos de personas, incuidas Familias enteras; habIéndose levantado tanta polémica por ello en esos lares.

Disculpen que este comentario no sea adecuado para este post y por las letras mayúsculas en medio de las palabras, mi teclado se encasquilla un poco a veces, sobre todo desde los bombardeos de Tripoli en 1986.

"Nada es real, todo está permitido"

Daniel Jackson dijo...

Tiene usted mucha razón.

La verdad es que el tema tiene mucha miga...Empezando porque los familiares de las víctimas han acusado a las autoridades escocesas de haber llegado a un acuerdo con el tal Al Megrahi para que abandonara un proceso de apelación a cambio de ir a morir a Libia.

Este asunto está muuuuuyyy podrido y, seguramente, jamás se sabrá toda la verdad. Ni la mitad.

Un saludo.