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sábado, 22 de agosto de 2009

Soluciones Imaginativas a Problemas Centenarios: Gibraltar.

Gibraltar son 6.8 kilómetros cuadrados. De vergüenza nacional o de absoluta indiferencia, según al español al que le pregunte usted.

El caso es que ya estamos a las puertas del tercer centenario de britanismo gibraltareño (2013) y, como lo mejor es tener la fiesta en paz, urge una acción efectiva.

Hace años, yo era de la teoría de que todos los españoles que viajaran a Londres deberían traerse una bolsa de tierra inglesa en la maleta, tierra que depositarían en algún gran descampado. En cuestión de un par de años, estaríamos en condiciones de ofrecerle a los británicos un intercambio de prisioneros geográficos.

Pero aquella idea nunca me terminó de convencer, por lo que seguí dándole vueltas al tema y, por fin, tengo la solución ideal:

¿Por qué no trasladar oficialmente la embajada del Reino Unido en España a Gibraltar? No un edificio, sino todo el peñón convertido en sede diplomática.

Puesto que ya hay buenas parcelas de suelo español en las mejores zonas de Madrid donde ondean felizmente banderas extranjeras -y no la nuestra- y aquí nadie se siente ofendido (de hecho, apuesto a que si uno suma los terrenos de todas la embajadas que hay en la capital de España, superar la superficie gibraltareña) pues hacemos lo mismo con Gibraltar y todos felices.


¿Qué le parece?

Además, desde un punto de vista práctico, también sería todo un avance, puesto que la mayoría de los ciudadanos británicos afincados -o que visitan- España están en la zona de Andalucía Sur, con lo que la nueva sede de la Embajada les quedará mucho más cerca.

Hala, problema solucionado.

Sería la embajada más grande del mundo, y la única que contaría con monos en plantilla (al menos, de esta especie).

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