¿Sabéis lo peor de ser caníbal? Que todos tus amigos zoófagos no paran de decirte muy enfadados: "¿Cómo puedes meterte un trozo de carne humana en la boca y disfrutar?". Esto mismo me dijo el otro día "La Susi", que ya le vale, que precisamente ella me salga con eso...pero, en fin, mejor callo.
Luego otros se creen que voy por ahí matando gente para comérmela. ¿Acaso ellos sacrifican personalmente las vacas o los corderos que se toman? Pues no. Ellos tienen a su carnicero de confianza y yo a mi mafioso. No creo que haya tanta diferencia.
En fin, lo mejor es sonreír y pasar de tanto intolerante que no es capaz de respetar las opciones personales ajenas. Además, cada vez somos más los que nos apuntamos a esto del canibalismo. De hecho, hasta han abierto un restaurante por el centro. "El Campesino Chileno", se llama. El otro día precisamente estuve. Francamente, está regular. Pedimos unos gnomitos para el centro que no estaban mal, pero el segundo fue un desastre: el Walt Disney era congelado. De postre, tomé la auténtica tarta de Santiago. Al terminar la cena, hubo un momento de bastante tensión, porque el cacharrito no cogía mi Visa. En otros sitios, te ponen a fregar platos, pero en este te ponen de menú al día siguiente.
No me extrañaría que la mismísima McDonald's acabara ofreciendo menú caníbal, ahora que venden de todo menos hamburguesas. El "Big Mac" por fín haría honor a su nombre. Aunque a mí lo de la comida rápida nunca me ha gustado demasiado, la carne de velocista tiene demasiado nervio.
Me temo que, sintiéndolo mucho, os voy a tener que dejar. No me encuentro demasiado bien. Es que antes de salir a escena me he tomado una tosta de niño de la ESO y me está repitiendo un montón.
Gracias y hasta siempre.
Detalle de la pecera que se encuentra al entrar en la canibalería-marisquería "Neptuno, pero tú sí".
"Música a cuento de..." caníbales. Sé que lo estaba esperando: tema principal de "El Silencio de los Corderos", cortesía de Howard Shore. SSsssshhhhhhhhhhhhhhh...
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