Ya puedes ser el mejor del mundo, que la portada de los periodicos te va a durar un dia. Por fortuna. Espana, durante tantos y tantos anos cuna de la proeza ocasional y el conformismo de la medalla de bronce, se esta acostumbrando a ganar.
Todo empezo en Barcelona 1992. Antes, con "haber estado ahi", nos valia. Antes, un triunfo justificaba una carrera profesional. Ahora, nos cabrea perder finales. Menos mal. Hemos conseguido desterrar aquello de la pertinaz mala suerte y la oscura conspiracion politico-arbitral.
En el deporte, en la cultura y el arte, hasta un poquito en la economia y la politica. Cada vez hay menos paletos de la ceja unica coronando una mirada de perpetua desconfianza, paladines del "que aprendan ellos espanol", y mas gente que nos mete en Europa a marchas forzadas.
Adios, epicas victorias en Eurovision como pilar de la autoestima patria. Hola, "Chiki-Chiki" (Uno, el breikidans...).
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