El reverso tenebroso del nene y la nena: Jaimito Hyde.

Desde mi experiencia en Adoleslandia, me veo en la obligación moral de advertirle, amigo padre de familia. Si tiene usted un hijo o hija de doce añitos que es mu' bueno, mu' bueno, mu' bueno, está usted metido en un buen lío.

Porque va a pasar una cosa, que, dentro de bien poco, los niños y las niñas de la clase de su príncipe/a van a comenzar a hacer todo eso que no se hace pero se hace. Y su retoño no se va a querer pillar una toña (que malo, pero no he podido evitarlo) y se van a empezar a burlar de él. Y aguantará, hasta que un día decida que se acabó y estalle como corcho de sidra en boda, bautizo y comunión.

Entonces, su hijo/a pugnará contra sí mismo y contra toda la sociedad por ser el más malo, el que más se pasa y el que más se atreve. Si su nene es listo, disimulará ante sus profesores y ante usted mismo, con lo que es probable que sus ojos no lo vean y su corazón no lo sienta; pero también puede ser que su existencia se vuelva una mareante montaña rusa de bajas calificaciones, sorprendentes entrevistas con el tutor de turno y discusiones en casa.

Que pase una feliz tarde, y no agobie todavía, que tampoco pasa siempre.

¿Mi Alvarito? ¡Imposible!