Buscar en Mundo Jackson

lunes, 17 de diciembre de 2007

Larra no querría La Razón en El País de las mentiras.

Periodismo, o sea, dar noticias; o sea, ser los ojos y los oídos de las grandes masas. El problema es que, por lo que parece, también tienen los periodistas de hoy en día vocación de ser el cerebro.

Amigo periodista deportivo, usted cuénteme quién lleva el balón, de qué equipo procede y a qué se dedica su novia, que de decidir si está jugando bien o mal, ya me encargo yo solito. En otras palabras, deme datos, no opiniones. (Ya se lo decía don Matías -senior- a los muchachos de la Selección de fútbol antes de retransmitir sus partidos por la radio:"Vosotros meted goles, que de que juguéis bien ya me encargo yo").

Amigo periodista político, que sabes lo que quieren. Alabas a sus amos que son los tuyos, destripas a vuestros enemigos. Favoreces, que los favores se pagan. Que cuando ganen, tendrás tu cargo cultural o tu espacio televisivo, lo que más te guste. Por tanto, soy consciente de que pedirte imparcialidad es absurdo, porque en tu oficio, ser imparcial mata de hambre. Pero tú no me pidas que te lea, escuche o vea,y, aún menos, que te crea.

Muchos de los males nacionales que denunció Larra ahora son peores nacionales. Si volviera la vida y se pasara por un kiosco, se pegaba otro tiro.

No hay comentarios: