Los seres humanos nacen, crecen, se reproducen, se separan y mueren. Triste.
Lo estoy viendo y viviendo tantas veces, afortunadamente siempre en tercera persona: Hombres que se refieren a la madre de sus hijos como "la puta esa", mujeres que se refieren al hombre al que juraron amor eterno ante Dios y los hombres como "el cabronazo". No sé quién tiene la culpa, aunque ellos siempre te dirán que el otro.
Lo que parece comprobado es que, a lo hora de hacer planes de futuro, ese duencillo embaucador y embustero llamado amor suele ser el peor de de los consejeros. Te prometió quedarse para siempre a tu lado, pero un día de mayo se pira a traición, y te deja con dos niños, una hipoteca y un extraño y su barriga roncando en tu cama.
Así pues, la próxima vez que vaya a una boda y vea a los novios, los familiares, los amigos y los gorrones borrachos de dicha y de garrafón (a partir de la tercera, jamás hay "primeras marcas") suelte eso de: "de aquí a 15 años, es probable que os odiéis a muerte". No hay mejor manera de aguar una fiesta.
Tarta de divorcios. Idea original y con un importante mercado.
2 comentarios:
es muy buena esta entrada sobre todo la imagen de la tarta es buenisimo.
feliz navidad
Gracias por pasarte por el blog y dejarme un mensaje.
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