¿Por qué nos gusta el fútbol, Daniel?

El fútbol en los primeros 80 era otro fútbol. El marketing aún no había terminado de pisotear todas las flores del jardín del deporte español. No te vendían la camiseta oficial del Real Madrid, simplemente te comprabas una blanca y tu mamá le cosía el escudo que vendían en el Rastro. Tampoco había miles de televisiones luchando con uñas y abogados por los partidos. Las dos cadenas existentes emitían un solo partido por semana, el del sábado (más aquellos resúmenes de "Estudio Estadio"). Por suerte, nosotros teníamos la radio.

Jamás disfrutaré tanto del fútbol como lo hice aquellos miércoles y domingos. En la cocina de mi casa, con la oreja pegada al transistor. La voz de Héctor del Mar radiando el partido: "Supersónico" Juanito (que en paz descanse) regatea...uno...dos...centra...para "El Puma" Santillana...remataaaaaaaa...¡¡¡Gol,gol,gol,gol.........goooooooooooooooooooooooooooooollll....del Real Madrid!!! ¡¡¡Santillana, Santillana, cómo te queremos Santillana!!!

El debut de Butragueño con dos goles ante el Cádiz, las remontadas de UEFA ante el Anderlecht o el Inter de Milán. Ningún pay-per-view con miles de cámaras, calidad digital y batallones de comentaristas especializados podrá igualar la bella e inolvidable sencillez de un hombre genial y su micrófono cautivando a través de las ondas la imaginación y el corazón de miles de niño de barrio como yo. Es imposible haber vivido esa época y no estar perdida y locamente enamorado del deporte del balón.


Gracias de todo corazón (blanco), Héctor.