Hubo una época remota en que los niños creíamos que todos los programas de la tele eran directo. Entonces, llegó un profesor de inglés llamado Ricardo (daba inglés y plástica, cosas de la antigua E.G.B) que, un viernes, nos anunció, cual pitoniso, qué se iban a llevar los concursantes del "1,2,3". "¿Es usted adivino?", le preguntamos el lunes tras comprobar lo acertado de su predicción. "No"-respondió-"es que un primo mío trabaja en la grabación". ¿Cómo? !Que el "1,2,3" es grabado? Ese fue el comienzo del fin de nuestra inocencia.
Entonces, llegó Emilio Aragón (ex-"Milikito") y nos descubrió no sólo que los programas eran grabados, sino que se equivocaban. Habían nacido las "tomas falsas". Los primeros meses, tenían su gracia. Luego nos aburrimos, principalmente porque sospechábamos que muchas eran hechas intencionadamente.
¡Viva el directo! ¡Viva el error!
(Un secretillo. Hay programas de radio que se graban en lo que llaman "falso directo". Yo una vez estuve en uno. Era graciso ver como decían: "Feliz mañana de domingo" un jueves por la tarde).
1 comentario:
buenos mal que no son en durecto imagina como seria si lo fuera ojala esto se pudiera aplicar a la realidad( a si quizas pasaria del 5 en ingles o en mates)jaja
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