Buscar en Mundo Jackson

viernes, 25 de agosto de 2017

La Receta del Diablo (8).

-¿Se encuentra bien, páter?

El teniente Saint James, siempre mucho más médico que militar.

-Me duele la cabeza, hijo.

-Le puedo dar un analgésico si quiere.

-No, créeme, esto no lo quita la aspirina.

-Perdone que se lo diga, páter, pero, si no fuera porque usted es un sacerdote. diría que lo que usted tiene es una resaca común.

-Diagnóstico acertado, muchacho. Por cierto, por la cara que llevas me parece que a ti tampoco te vendría mal un trago.

Para el pobre teniente Saint James, tener que hacer un reconocimiento al condenado 24 horas antes de su ejecución ya era lo suficientemente duro como para encima combinarlo con encontrarse a un cura borracho de camino. La gente como Saint James es fácil de escandalizar.

-Yo no bebo, páter.

-Ya, ya, pero me parece que las circunstancias recetan hacer una excepción.

-Voy a hacerle un reconocimiento al reo y tengo que estar totalmente sobrio.

-Entiendo: certificar que está lo suficientemente sano como para que lo maten.

-Exacto.

-Iré contigo, muchacho. Me temo que para rellenar ese impreso te va a hacer falta algo más fuerte que un trago de güisqui.

-¡Dios santo!, ¿qué me está ofreciendo?

-Un cura de combate como yo a tu lado, chavalín.

No hay comentarios: