Buscar en Mundo Jackson

domingo, 20 de agosto de 2017

La Receta del Diablo (7).

-Sinceramente, páter, pensaba que después de treinta años en el ejército y dos guerras lo había visto todo, pero me equivoqué...

El efecto, el siempre campechano coronel Smith no sabía realmente qué hacer. Lo único que tenía claro era que era su deber hacer algo.

-Siempre se aprende algo nuevo en la vida, coronel, y más todavía si es la vida militar.

-¿Se está usted riendo de mí, páter?

-¡Por supuesto que no! ¿Cómo puede usted pensar eso?

Por supuesto que sí. Era el padre Lafferty en estado puro, capaz de hacer que se tambaleara incluso el proverbial sentido del humor del coronel Smith.

-Pero, ¿usted se da cuenta de lo que ha hecho?

-Perfectamente, coronel: socorrer a un pobre diablo al que van a colgar haciéndole más llevadera tan horrible espera.

-¡Usted está para dar asistencia espiritual al reo, no para emborracharse con él mientras juegan a las cartas!

-Con el debido respeto, mi coronel, no creo que sea usted la persona indicada para enseñarme a hacer mi trabajo y, por favor, no me grite. Ya sabe, la resaca.

-Sabe que voy a poner esto en conocimiento de sus superiores eclesiásticos.

-Por supuesto. Ya están acostumbrados a mis numeritos, pero, por alguna razón, no prescinden de mí.

-Por cierto, páter, una duda. ¿De dónde diablos sacó güisqui en un sitio como este?

-Lo siento, mi coronel. No se lo puedo decir. Digamos que es secreto de confesión.

No hay comentarios: