-¿Cómo vais con lo del atraco? ¡A ver si os dais prisa, que nos hace falta el dinero con urgencia!
-¡Vamos tan rápido como podemos!
-¡Si ya me lo dicen las chicas de la partida de Bridge, que vosotros ni atraco ni nada!
-¿Le has contado a tus amigas lo del atraco?
-.Por supuesto, ya sabes que entre nosotras no hay secretos. Y sus maridos también lo sabrán ya, claro está.
-Pero, ¿tú eres imbécil? ¡Nos van a denunciar a la policía! ¡Vamos a ir a la cárcel por atraco sin tan siquiera poner un pie en la sucursal!
-¡Bah, por eso no te preocupes, que no nos van a denunciar! Dicen que se mueren de curiosidad por ver cómo lo hacéis. Afirman que no seréis capaces, que os faltan cabeza y huevos.
-¡Joder, lo que me faltaba! Ya no sólo me juego la casa en el atraco, ahora también está en juego mi orgullo.
-Oye, por cierto, he estado pensando. ¿Por qué no vamos tú y yo también con el niño? Así la cosa será más familiar.
-¡Pues porque estaremos cogiendo un vuelo a Barcelona para darle una coartada a nuestro hijo!
-Bueno, pero si esa azafata puede arreglar lo de que pase otro como si fuera el nene, también lo podrá arreglar para ti y para mí.
-¡Cada día estás peor de la cabeza!
-¡Es que resulta que van diciendo por ahí que no tenemos valor, que le hemos encasquetado el muerto a Titín!
-Ya, bueno, veremos qué se puede hacer.
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