José Mourinho llegó como el salvador de una Nación Blanca a la deriva que, para colmo, tenía que soportar impotente que el Barcelona estuviera dominado dentro y fuera de España. El entrenador portugués había conseguido eliminar a los culés con su Inter, por lo que parecía en hombre indicado, tenía el hechizo que conjuraba la magia blaugrana. La llegada de Mourinho, además, marca el final definitivo de otra étapa histórica y gloriosa del Real Madrid: el "Raulismo". No obstante, Raúl Gonzalez Blanco no estaba acabado, y daría un grandísimo resultado en su nuevo club: Schalke 04.
2011-Vuelve, por fin, un Madrid autoritario a la fase previa. En un grupo con nombres ilustres (Milan, Ajax y Auxerre), se impone cediendo sólo un empate en Milán. En el primer cruce, otra vieja cuenta que saldar: el Olympique de Lyon. Un rotundo 3-0 en Madrid -tras el empate de Francia- hace que, por fin, el Madrid vuelva a cuartos. Allí aguarda un Tottenham Hotspur al que también se elimina con suficiencia, por un global de 5-0. En semifinales, como si del Destino de una tragedia griega se tratara, Real Madrid y Barcelona se ven las caras. Fue una eliminatoria que será recordada durante largo tiempo, tanto por lo que pasó en la cancha (controvertida expulsión de Pepe y gol anulado a Higuaín, incluidos) como por el famoso "¿por qué?" de Mourinho. Sea como fuere, 0-2 en Madrid y 1-1 en Nou Camp. Trauma. El Real Madrid está fuera, pero ha demostrado que el Barca no es invencible (de hecho, lo ha derrotado en la final de Copa del Rey).
2012-Se arrasa en la fase previa a Olympique de Lyon, Ajax y Dinamo de Zagreb. Se ganan los 6 partidos, metiendo 19 goles y encajando sólo 2. Una trayectoria similar del Barcelona hace indicar que este año la Copa de Europa es cosa de dos. En octavos se echa al CSKA de Moscú (5-2 global) y en cuartos toca una "perita en dulce" de las que ya no quedan: el sorprendente APOEL chipriota, que se da por satisfecho con, al menos, haber metido dos goles en la eliminatoria (el global es de 8-2). En semifinales espera el Bayern de Munich, pero la sensación es que es tan sólo un trámite antes del partido de verdad: la final contra el Barcelona. Por desgracia, los bávaros apelan a la historia y la leyenda y, tras sendos 2-1 del equipo local, se llega a la tercera tanda de penalties en la historia europea del Real Madrid (y la primera en casa). Anteriormente, se gano una a la Juve (1987) y se perdió otra con el Estrella Roja (1975). En la portería del fondo norte, poco a poco se va dibujando la tragedia: como es tradición en este tipo de loterías, fallan los que nunca lo hacen: Cristiano Ronaldo, Kaká y Sergio Ramós (con su infame chut a la nubes). De nada sirve que Iker Casilla pare dos penaltis. El Real Madrid, eliminado. Trauma. El consuelo (de tontos) es que el Barcelona también ha caído de modo sorprendente ante el Chelsea, que a la postre gana su primera Copa de Europa.
2013-¿A la tercera iría la vencida? De momento, el lote de fase previa es más que respetable: Borussia de Dortmund, Manchester City y Ajax. Como en tiempos que ya creíamos pasados, se sufre mucho para superar la fase (la clasificación final es engañosa, pues se logran tantos decisivos en los últimos minutos del Bernabéu ante Borussia de Dortumd y Manchester City). La primera plaza nos la arrebata el Dortmund, que vuelve a su esplendor de los 90. Por desgracia, no será la última vez que nuestros caminos se crucen. En octavos se supera al Manchester United con ciertos apuros (1-1 en el Bernabéu y victoria 1-2 en Inglaterra, con magistral actuacíón bajo los palos del recién "repescado" Diego López), el enemigo de cuartos -Galataray- parece despachado con el 3-0 de casa y un primer tanto fuera. ¿Quién le puede meter cinco goles al Madrid? No obstante, en pájara memorable, los Blancos reciben 3 tantos y la cosa se pone muy fea en el Infierno Otomano. Por suerte, la sangre no llega al río y se acaba 3-2. En cualquier caso, había que sacar una enseñanza de este partido: el Real Madrid tiene repentinos y fatales ataques de debilidad defensiva que el equipo contrario puede aprovechar a placer. En semifinales nos volvemos a encontrar con el Borussia de Dortmund. En el choque de ida en Alemania, se llega al descanso con un tranquilizador empate a un tanto. Pero en la segunda mitad, el "virus desconcierto defensivo" ataca con la misma virulencia que en Turquía. Llueven tres goles y se vuelve de Alemania a Madrid con 4-1 en contra. Es todo como en las pesadillas de los viejos tiempos. En el partido de vuelta se apela, por enésima vez, al espíritu de aquellas noches mágicas de remontada de los 80. No obstante, se marran las ocasiones del primer tiempo y, aunque Diego López -de nuevo- consigue que los alemanes no puedan sellar definitivamente su pase, los dos tantos del Real Madrid llegan demasiado tarde y no hay tiempo de marcar el mágico tercero. Como un mal estudiante, no se hicieron los deberes cuando se debía y, al final, no hubo tiempo de estudiar para el aprobado. Trauma. En la final, duelo de verdugos alemanes del Real Madrid, ganando los históricos del Bayern de Munich.
El tercer fracaso europeo, y otra serie de factores, llevan a la salida del club de Jose Mourinho.

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