Algo parecido se podría afirmar de nuestra amiga la Avutarda Kori. Según parece, es el ave más pesada capaz de levantar el vuelo.
12 kilos 12 de media que da en la báscula el angelito macho (y de hasta 20 kilos los hay), mientras que las hembras son más ligeras (5 kilos). Lógicamente, con tanto peso, el animal vuelo lo menos posible (o sea, cuando el dichoso depredador lo requiere), prefiriendo pasear (a grandes, elegantes y lentas zancadas) por la bellas sabanas de África de la que es natural y residente, y alimentándose de insectos, lagartos y semillas. Por cierto, es uno de los pocos pájaros capaces de beber a sorbos.
En lo referente al tamaño, pues acorde con tanto peso: más de un metro de largo y casi otro de alto, con una envergadura de dos metros y medio. Vamos, que con éste un taxidermista tiene tajo para rato.
Por lo que respecta al apareamiento, pues muy del estilo pájaro: el macho, que si te interpreto un canto nupcial, que si te enseño las plumas, que si me hincho...y la hembra (o hembras, que este macho es muy macho) caen rendidas a sus encantos emplumados. Luego, si te he visto, no me acuerdo porque el instinto me hizo así. Y la pobre hembra tiene que cuidar de los huevos ella sola, en un nido hecho en el suelo (ya sabe, porque lo de volar les da fatiguita) y quedándose, a menudo, días sin comer por no abandonar su puesto de incubación.
En cuanto a migrar...Hombre, mientras haya comida aquí donde estamos, ¿para qué? (Aunque, cuando hay que hacer el esfuerzo para llenar la panza, pues se hace).

Pero volar, lo que se dice volar, vuela..
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