-¡Árbitro, macho, que eso ha sido una entrada de Corte Inglés!
-¿Qué dice, ocho?
-De Corte Inglés...¡Que se paga con tarjeta!
Iván cogió a Marcial de un brazo antes de que el colegiado del partido pudiera reaccionar.
-¡Marcial, te tengo dicho que con el árbitro hablo sólo yo! ¡Y deja de hacerte el gracioso, leñe!
-¡Pero si es que casi mata a Playero! Y te recuerdo que en nuestro banquillo los jugadores son más de plástico que el asiento.
Marcial llevaba razón e Iván se vio en la obligación de reaccionar como entrenador.
-¿Dónde tienes las tarjetas, tío?
-Aquí...Y, ahora, cállese.
-Te esta bien empleado, Míster, y, encima, acarrea suspensión.
-¡Cierra el pico, Marcial, que te cambio!
-Sí, lo harías si pudieras.
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